La mayoría de los cuentos que lees tienen un final feliz y una moraleja: los buenos son premiados y los malos, castigados. Pero los cuentos que estás a punto de leer son todo lo contrario. Es más, muchas personas creen que las historias de Saki son demasiado macabras para los niños. Saki creía que los niños no tienen que ser un ejemplo de bondad, sino que su misión es recordarles a los adultos que tienen que ser auténticos en medio de tanta falsedad.