Había una vez veinticinco soldaditos de plomo, que eran todos hermanos, pues los habían fundido de una misma vieja cuchara de plomo. Soldaditos de plomo! fue lo primero que estos hombrecitos oyeron en su vida. Un niño de cumpleaños, acababa de levantar la tapa de la caja en la que estaban guardados.Todos eran iguales, salvo uno, como era el último que había sido fundido, y el plomo no había alcanzado para terminarlo, el soldadito tenía una sola pierna.
Un clásico de la literatura infantil para que los más pequeños se diviertan.