Al sastrecillo de esta historia no vienen a pedirle que enfrente a ogros malos y feos, (como hizo el otro, el que sí era valiente). A él en cambio vienen de todos los rincones del reino a encargarle ropa, incluso desde otros cuentos. ¡Porque cose unos trajes y unos vestidos hermosísimos! Pero duerme con la luz prendida y, si escucha ruidos durante la noche, tiembla bajo la sábana y llama a su mamá.
Todos conocemos la historia del Sastrecillo Valiente. Pero pocos conocemos la historia del que no era para nada valiente. Eso sí, confecciona una ropa maravillosa.