Colores planos, trazos rectos y textos acompañan la historia de un loro atrapado por un gato. El primero se defiende argumentando que forma parte de una familia fiera y terrible: los dinosaurios. A partir de allí, en una especie de Las mil y una noches hipersintética, el loro promete nombrar un dinosaurio por cada letra del alfabeto a cambio de su libertad.
La historia sirve para que los más chicos aprendan el alfabeto, las letras en imprenta, cursiva, minúscula y mayúscula.