Cuando el escocés James Matthew Barrie escribió Peter Pan ya era un reputado dramaturgo, pero no podía prever que su nueva obra se convertiría en un clásico de la literatura. Su vida adulta estuvo profundamente marcada por su idealización del mundo de la infancia, que lo llevó a crear los inolvidables personajes de Peter Pan, Wendy, Campanilla y el capitán Garfio. Todos ellos nos recuerdan al niño que fuimos y al adulto que a veces no queremos ser.