Olivia quiere ser princesa, pero su moderna madre trabajadora no está del todo de acuerdo: según ella, la vida de las princesas es muy aburrida, comparada con los príncipes que se la pasan cabalgando con sus amigos y combatiendo dragones. Pero Olivia tiene sus propias ideas acerca de lo que quiere en la vida.
Aporta la perspectiva infantil a un debate contingente: los roles de género y el derecho de niños y niñas de desarrollar sus propios gustos.