Es imposible saber a dónde vamos como individuos o como sociedad sin comprender de dónde venimos.
Mediante un estilo cinematográfico y un lenguaje simple y directo al corazón, Lea Vélez construye una historia trepidante de secretos, amor y memoria. Hay pocas cosas más valiosas que la identidad de una persona, que puede ser metáfora de la identidad de un país.