Soy Pinky, la amiga de Vera. Seguimos siendo amigas aunque ella lo dude, acurrucada en la soledad de nuestro rincón. La pérdida de un ser querido puede ser un momento doloroso, difícil de explicar.
Cruzar el río cuenta, de manera poética, la historia de una despedida... pero, sobre todo, cuenta la historia de una gran amistad.