Trebaldi ha logrado su objetivo gracias a la cruz de Pedro, y se preprara para retomar el vaticano con mano de hierro, para unir a Occidente bajo su autoridad intolerante. Los pocos cardenales que aún resisten han depositado sus esperanzas en el Escorpión, el único hombre capaz de recuperar la verdadera cruz. Para lograrlo, deberá cavar profundo en el corazón de la ruinas y los orígenes de la iglesia.