En mayo de 2018, la Casa Central de la UC amaneció tomada por un grupo de alumnas, autodenominadas feministas, que pedía el fin de los abusos que se habían denunciado en el último tiempo. Pero otros alumnos, en desacuerdo con su forma violenta de actuar -y no necesariamente con sus demandas- se opuso a ella.
Un invitación a explorar el resurgimiento del feminismo y a prepararnos para las luchas que se darán en los próximos años.