La mamá de Max le ha advertido lo que les pasa a los niños que ven demasiada televisión, pero él no hace caso y se queda toda la noche viendo tele. Al día siguiente siente algo raro: su gorra favorita no encaja y le duelen las esquinas de la cabeza…¿Esquinas? ¿Será que ahora tendrá que vivir con la cabeza cuadrada?
Con mucho humor, permite abordar el problema de la adicción a las pantallas.