Habrá fiesta en la casa de la laucha Monona y Ratita Marita no tiene qué ponerse. Menos mal su abuela le recuerda que para lucir arreglada y contenta basta con sonreír con sus dientes de color yeso y sus ojitos brillantes como diamantes. Con este sabio consejo, Marita resulta ser la ratona más linda de la fiesta. La lombriz, del segundo cuento de este libro, se ha resfriado y decide mudarse a un lugar más cálido. ¿Quién diría que un calcetín podría servir de morada?
Un libro en el que el valor de la amistad, la familia y la sencillez son fundamentales.