En apenas un par de generaciones, nuestra sociedad se ha convertido en una sociedad de organizaciones y el conocimiento, en un factor de la producción. En este nuevo contexto, la complejidad ha crecido y las necesidades educativas han desbordado la capacidad de las instituciones escolares. En un tiempo relativamente breve, se fue conformando la necesidad de aprender a utilizar el potencial educativo de organizaciones no específicamente educativas, tales como el lugar de trabajo.
Este libro es una exploración en el contexto y la práctica de una nueva área emergente del quehacer educativo.