No hay muchas víctimas que mueran una década después de que se cometa el crimen. A Bosch y a Soto se les encarga resolver un caso de alta tensión y con implicaciones políticas. Empezando por la bala que ha permanecido alojada durante años en la columna vertebral de la víctima, los detectives deben conseguir nuevas pistas a partir de pruebas reunidas años atrás.