Diana siempre ha sido una conquistadora, pero su última relación le rompió el corazón y ahora intenta reunir los pedazos. Mientras tanto, el azar no se lo pone fácil y hace que acabe compartiendo piso con Julie; que con su chaqueta de cuero y sus tatuajes de chica mala es la más pura expresión de la tentación. Diana tendrá que luchar contra sus provocaciones, pero el peligro tiene los ojos verdes más bonitos del mundo… Y quizá la prudencia esté sobrevalorada
Viena nos dio 13 horas que marcaron una vida. 3 noches en Oslo cambiaron a su protagonista. ¿Qué no puede pasar en 7 semanas en París?