"Para Cristina hay dos cosas importantes en su vida: la tranquilidad que le proporciona su hogar, su refugio, donde se esconde cuando el día a día le supera, y su trabajo. Es dueña de una empresa en crecimiento de catering, Dulce y Salado, donde poco a poco está alcanzando sus sueños y donde la única pesadilla que se encuentra es la socia que su padre le ha impuesto.