Una ciudad, un pueblo, una isla, un panal de abejas… el autor juega con los hábitats y las formas. Al pasar una página, la cresta de un gallo se transforma en huevos en un nido, un nenúfar en una rana, las manchas de un Dálmata en los agujeros del queso…
Un libro de primera infancia que estimula los sentidos e invita al lector a tocar y jugar.