La rutina es el peor enemigo de una pareja. A veces no es suficiente querer, hay que esforzarse por cuidar, mimar y mantener la chispa dentro de una relación. Álvaro y Daniela llevan años separados y sin verse, pero ninguno de los dos ha solicitado el divorcio todavía. Conocieron el amor más intenso, vivieron la felicidad plena compartiendo todos sus sueños hasta que sus propios intereses los separaron, llevándoles por direcciones opuestas.