Nuestros hijos aprenden en clave de realidad. Para poder captarla, necesitan relaciones interpersonales, contacto con la belleza y motivos para actuar con sentido. Sin embargo, en un mundo en el que las pantallas están cada vez más presentes, pueden padecer un déficit de realidad. La autora desvela con evidencias demoledoras una serie de mitos educativos y demuestra que la mejor preparación para utilizar las nuevas tecnologías tiene lugar en la realidad.
Claves para educar en los tiempos de la tecnología.