Los protagonistas de estos cuentos son reales: animales silvestres de la Argentina que se extinguen. Y como ninguno de nosotros queremos eso, la mejor manera de acrecentar las esperanzas para que sobrevivan es conocer sus nombres, saber cómo son y dónde habitan. Nombrar al huemul, al tatú carreta, al huillín o al yaguareté es un acto fundamental.