En la actualidad, el trato que damos a los animales es objeto de una importante teorización desde la Ética y ha dado lugar a un potente movimiento internacional de defensa de los no humanos en el que participan activamente innumerables mujeres. En relación a ello, este libro se plantea una serie de interrogantes ineludibles: ¿Debe esta Ética Animal tener en cuenta los componentes de género que subyacen a la dominación de los animales? ¿Se hallan suficientemente reconocidas las aportaciones de las mujeres en este terreno? ¿Son necesarios los valores del cuidado para la Ética Animal o basta con los principios universales de justicia? ¿Es posible alcanzar un pensamiento crítico e igualitario sin atender a la interconexión que existe entre las distintas formas de dominación? ¿Feminismo y Ética Animal deben necesariamente complementarse?
En este interesante ensayo que cuestiona el tema de la explotación animal por parte de los seres humanos, dentro de esta dinámica entra el rol de la mujer para desestabilizar un sistema perpetuado por siglos, y que hoy, con el auge del feminismo, alcanza un lugar central en las discusiones que se dan en nuestra sociedad.