Al rey del pequeño país de Chiquilandia le gusta vivir en su casa y leer libros de jardinería. Nunca tuvo un castillo, ni quiso tenerlo, hasta el día en que sus súbditos le regalan una torre digna de un rey. Desde lo alto de su nuevo hogar, divisa el castillo de un reino vecino, y la envidia lo lleva a construir la torre más alta del mundo, olvidándose por completo de su pueblo y de su amado árbol mágico.
Un libro que invita a reflexionar sobre el uso del poder y la importancia de la humildad.