Prisas. Siempre tenemos prisas, especialmente a primera hora de la mañana cuando hay que llegar a tiempo al cole y al trabajo. Esto le pasa a la madre y al niño protagonistas de esta historia. Afortunadamente, el niño, siempre atento y con menos prisas que la madre, descubre algo por lo que vale la pena detenerse.
La autora e ilustradora ha ganado dos veces el premio del New York Times al mejor libro ilustrado.
